Color local
El partido ante Villa Dálmine dejó como referencia el debut de Marcelo Barrera y el primer partido del canterano Sebastián Valdez. Sin embargo, la grata sorpresa fue Matías Linas, quien ya se codea con los últimos grandes artilleros del Mil Rayitas.
Por Pablo García
- NACE UN GOLEADOR: Matías Linas comienza a meterse en los corazones de los hinchas Mil Rayitas a fuerza de goles. El delantero se llevó la redonda a su casa al destaparse con un hattrick, inclusive con un tanto memorable digno de un cuadro. Tras haber igualado con un sútil toque en la primera etapa, el delantero arrancó una atropellada con caño incluido desde fuera del área para sacarse dos rivales de encima, eludir un tercero y, cuando ya había evitado el cuarto, cruzó la pelota ante la pávida mirada de Kletnicky para finalmente gritar ¡golazo! Para cerrar su gloriosa tarde, su instinto goleador lo llevó a la puerta del arco y recibió como regalo la pelota que había rebotado en el palo de Moreno para, en la boca del arco, desestabilizar nuevamente el marcador en pos de Los Andes, perfectamente habilitado por el ex Los Andes, Angel Alonso. “Siempre es algo lindo convertir, principalmente porque volvía a ser titular. Esperaba tener un rendimiento así para poder demostrar que estoy para jugar”, dijo el Polaco en la salida de los vestuarios. Con sus tres goles se acercó al podio de goleadores hasta el quinto puesto con 8 en su haber en el torneo, aunque está a 7 del colorado Lessman, actual pichichi de la B Nacional. El último futbolista de Los Andes que llegó a hattrick fue Ale Noriega ante Dep. Merlo, pero en el mismísimo Eduardo Gallardón hay que remontarse hasta 2012, cuando Leo Romero le metió tres a Defensores de Belgrano. El Polaco Linas ya se codea con los últimos grandes artilleros del Mil Rayitas…
- NUEVO ENTRENADOR: Técnico que debuta ni gana, ni pierde: empata. Marcelo Barrera volvió a Los Andes para hacerse cargo del primer equipo, aunque particularmente no lo ni en el banco de suplentes, ni en el “corralito” sino más bien se retrajo hasta la salida del túnel, donde estaba junto a su ayudante Gonzalo González. "Nuestra intención era tener la pelota, pero por la presión de ellos en el medio no la pudimos manejar y se hizo un partido de ida y vuelta los 90 minutos. Es una lástima porque después del segundo gol de Matías (Linas) no supimos tomar el control”, se lamentó Barrera, quien en la semana había declarado que estaba “muy contento y feliz de haber vuelto a casa”. Tras su paso y experiencia en las Inferiores del club ya había señalado que no consideraba decir “tenemos que poner los pibes”, sino que alinearía al equipo dependiendo “a los que mejor veía, sea chico o grande”.
- SUEÑO CUMPLIDO: Tras el primer partido de Chuchi Avalos, Sebastián Valdez se convirtió en el tercer pibe de las Inferiores que debuta en la actual temporada. A pesar de alternar buenas y malas, producto de los nervios y la falta de experiencia, el defensor cumplió su rol. "Por ser el primer partido, Valdez tuvo errores que irá corrigiendo para seguir su buena senda. Lo importante es que estuvo a la altura de las circunstancias", dijo en nuevo entrenador de Los Andes, Marcelo Barrera, quien en Villa Albertina ya lo había dirigido en Cuarta División y en el Selectivo, causando impresión por su juego. “En lo personal es muy gratificante saber que después de mucho trabajo me tocó jugar. Me hubiera gustado que sea con los tres puntos, pero me voy feliz”, dijo Seba Valdez, quien fue amonestado y terminó jugando de volante ante el ingreso de Nasif. Otros de los canteranos que estuvieron en cancha fue Carlos Espínola, volante que también comenzó a hacer sumar sus primeros minutos en la Primera. Ya son cuatro futbolistas del riñon Mil Rayitas que debutaron en esta Temporada.
- AMARILLA A LA POLICÍA: En un momento el árbitro Alejandro Castro frenó el partido y llamó al jefe a cargo del operativo policial, porque le molestaron los gritos que venían desde la tribuna donde estaban apostados los dirigentes. “Es un partido a puertas cerradas; saquen a quienes no deben estar allí, sino lo suspendo”, se escuchó claro al juez, ante un triste escenario que tuvo como punto referencial la falta del público. Así es como la gente del Aprevide comenzó su cacería de brujas, que se frustró prontamente porque estaban todos acreditados, inclusive por el mismo organismo de seguridad: solo se debía aclarar a los presentes que no gritaran. Mientras, las tribunas estaban vacías y los jugadores de Los Andes alzaban las manos sin saber a quién saludar…