Su segunda etapa en Lomas

Pasan los años y todavía recordamos aquella pretemporada en Santa Teresita a orillas del mar. De las más exigentes que nos tocó cubrir. Y como nosotros, él también sabía que iba a tener revancha en Los Andes. Por esas cosas del fútbol, Roberto Fernández, preparador físico de Enrique Hrabina en el anterior paso Mil Rayitas por la B Nacional, se alejó de Lomas una mañana de marzo de 2009 y hoy vuelve para sumarse al cuerpo técnico de Marcelo Barrera. Y a poco más de una semana para que el grupo retome los trabajos, el profe ya prepara la entrada en calor…

¿Cómo tomaste tu regreso a Lomas?

Estoy contento de volver a un grande como Los Andes, pero más que nada porque sentía que tenía una deuda interna después de nuestra salida en 2009. En esta oportunidad me llamó Marcelo (por el entrenador Barrera) y nos pusimos rápido de acuerdo. Si bien hay otra Comisión Directiva, las instalaciones las conozco, me reencontré con algunos jugadores que tuve en otros equipos y estoy con muchas ganas y expectativa.

Siempre se recuerda que aquel equipo de Enrique Hrabina daba un plus desde lo físico, ¿te imaginás una puesta a punto como de la Santa Teresita?

Me acuerdo que hicimos una pretemporada muy fuerte y el grupo me respondió bien. De hecho no tuvimos muchas lesiones. Los Andes venía de ascender en una Promoción muy dura con Chicago, casi no había tenido descanso y nosotros agarramos en un momento complicado. Creo que había sumado un solo punto en 8 partidos, y en el tiempo que nos tocó estar al frente recuperamos terreno. Después lamentablemente pasó lo de Merlo y a mí me tocó vivirlo en la cancha como espectador. Pero bueno, ahora Los Andes está en la B Nacional y viendo como se dieron las cosas, entiendo que es la mínima categoría que el club debe aspirar.

Más allá de algunas canas de más, ¿cómo está Roberto Fernández hoy?

(risas) Sigo siendo el mismo. Siempre trabajando en el ambiente y con un poco más de experiencia. Pero desde lo profesional, mantengo el buen humor, el trato con el jugador, exigirle siempre al mismo y vivirlo con mucha pasión. Como le decía a Marcelo; fue lindo reencontrarme el otro día en la cancha de Chicago con el doctor, con el Tano Di Benedetto... Que te recuerde bien la gente es muy importante. Así que vamos a dar todo por Los Andes.

¿Analizaste el plantel antes de aceptar el ofrecimiento?

No hizo falta.  Yo vivo mirando fútbol y uno sabe con lo que se va a encontrar. Lo que pasa que ahora estamos en un cambio de Temporada y recién se empieza a definir con cuántos jugadores nos vamos a quedar. Pero lo más importante es que haya buena gente y que todos estemos detrás del proyecto de Marcelo.

Vas a tener la posibilidad de hacer la preparación y no agarrar un grupo a mitad de camino, ¿corrés con esa ventaja a diferencia de lo que fue el inicio de tu anterior paso por el club?

Seguro; es muy importante. Por la adaptación, la forma de entrenar semanalmente, el día a día. Ojalá podamos tener el plantel armado en un 70% o 80% antes de arrancar la pretemporada y de ahí en más es toda responsabilidad mía.

¿Nos vamos a encontrar con metodologías nueva de trabajo?

Y siempre trato de aggionarme. Hace 8 años atrás era mucho intermitente y pasadas, hoy es más reducido y aplicar algunas técnicas de crosffit. Pero la intensidad no va a variar. Siempre busco el máximo de mis jugadores.

¿Algo más quieras decir?

Que tengamos fe en esta etapa que arranca. Mi deseo es el de todos: estar lo más arriba posible.  Siempre hay que ponerse un objetivo de máxima y es ser protagonista. Gracias a Dios en la mayoría de los clubes que estuve lo pude lograr y ojalá se repita acá en Los Andes.