Gracias totales

El último jueves se retiró uno de los grandes goleadores que nos dio el ascenso: el gran Alberto Yaqué. A modo de homenaje compartirmos con ustedes la nota que le realizamos cuando el Beto cumplió los 20 años en Primera. Lomas te saluda...

(Extracto de la nota realizada al Beto Yaqué cuando cumplió los 20 años del debut en Primera)

 

ESTADISTICAS: Pablo García
PRODUCCION Y REDACCION: Leandro Saltamerenda

El último miércoles, Carlos Alberto Yaqué festejó los 20 años de su debut en Primera. En aquella época lucía una larga melena y tenía la camiseta de Almagro, con sus jóvenes 17 primaveras. Sí, era un apellido difícil para algunos periodistas, que lo bautizaban Jacquet, Jaquet, Jaquel o Jaqué. Hoy, tan solo, es conocido por el Beto, el eterno goleador. Su primer contacto con el verde césped sucedió el 18 de marzo de 1989, cuando el Tricolor disputaba el decagonal de Primera B Metropolitana. A los 30 minutos de la segunda etapa, el conjunto de José Ingenieros perdía 1-0 ante Defensores de Belgrano, y el técnico Victorio Mauro lo mandó a la cancha, en lugar de Julio Vaccari. Esos fueron sus primeros coqueteos con el fútbol de ascenso, y los cruces con los defensores rivales... 

Sin embargo, el delantero tuvo que esperar bastante para empezar su romance con la red. Dos años después, el 23 de marzo de 1991, Yaqué apareció con todo y marcó un doblete frente a Berazategui. Qué manera de destaparse y calentar las gargantas... En cambio, para los  hinchas del Milrayitas, el contacto inicial fue meses más tarde, cuando en el mismísimo Eduardo Gallardón, tras un centro de Mamani, el Beto ensayó una chilena y clavó la pelota en el ángulo del arco defendido por Tomás Quiroga. “Fue el mejor gol que hice en toda mi carrera”, declaró una y otra vez…

Tras un breve paso por el Real Cartagena (Colombia) y Nueva Chicago, el goleador se ganó el respeto de propios y ajenos, y varios equipos de Primera posaron sus ojos en él. Hasta se dio el gusto de experimentar en el Reggina, de Italia-, y jugar en Ferro, Estudiantes de La Plata y Argentinos Juniors. Además vistió las camisetas  de Huracán, Defensores de Belgrano y Villa Mitre, y tuvo una estadía en Universitario (Perú), Liga Deportiva Universitaria (Ecuador) y Ceuta (España). Ahora, el experimentado atacante defiende los colores del Milrayitas. Sí, 20 años después sigue rompiendo redes y tiene su merecido homenaje. Por eso, en esta nota, Carlos Alberto Yaque nos cuenta sus anéctodas, sus vivencias y los momentos más destacados de su trayectoria en el fútbol. Imperdible, como cada gol de su carrera. Felicitaciones, Beto…

Es un momento especial en tu vida deportiva. Cumplir 20 años de trayectoria no es cosa de todos los días…
No, es verdad. Que el tiempo haya pasado de esta manera, realmente te agarra de sorpresa. Es algo que no lo pensás. Uno siempre está trabajando, dedicado a esto, pero no te das cuenta. Creo que más nada es un premio al esfuerzo, al no darse por vencido nunca, al tener en cuenta el cuidado de la salud. Y bueno, hoy estamos acá, disfrutándolo, y compartiendo con la gente de Los Andes, y toda mi familia.

En este plantel hay muchos chicos jóvenes, de 19 o 20 años. Justamente es lo que vos acumulaste en toda tu vida futbolística…
Sí, uno a veces no se pone a verlo, pero es así. Es una mezcla de alegría, y también un poco de tristeza. Porque vas cayendo y sabes que no queda mucho, que en cualquier momento se puede terminar. Mientras siga vigente lo disfrutaré; ojalá que pueda hacerlo en este club.  Además espero seguir aprendiendo, porque siempre hay más por incorporar. Estar rodeados de compañeros más chicos es bueno para intercambiar vivencias, y a la vez trasmitirle mis enseñanzas.

Y, ¿qué te acordás del día del debut? ¿Qué hay de diferente de aquel Beto a éste?
Primero de todo muchos años menos, je. Creo que hay algo de aquella época que todavía mantengo: las ganas. Las ganas que tuve el día que debuté, cuando hice el primer gol, o hasta hoy. Siempre digo que soy un jugador del montón, pero con sacrificio, con mucha fuerza de voluntad. Eso tal vez me llevó a no ser un futbolista tan reconocido, pero sí a tener un nombre propio en el ambiente.

Si uno se pone a repasar la mayoría de los equipos que estuviste, nota una huella importante y una relación muy buena con la gente. ¿Eso es lo que se valora más de vos?
Yo creo que es así. Si uno ve la estadística, jugué más de 500 partidos y convertí alrededor de 242 goles. Tal vez no le doy tanta importancia, pero me parece que es un número interesante. Más allá de todo, el hincha siempre ha distinguido el esfuerzo. Algunos dicen que me ven como un vende humo, pero yo siempre fui de la misma forma. Quizás he ayudado mucho al equipo, corriendo y bajando hasta mitad de cancha. Eso mis compañeros lo veían, y lo siguen viendo. Por eso,  me siento orgulloso que pude hacer lo que quise y que no cambié en ningún momento.

Si tenés que elegir tres momentos importantes en tu trayectoria, ¿cuáles serían?
La primera es cuando me toca salir campeón con Almagro. Ese día justamente le ganamos la final a Temperley. Después mi paso por Primera División, que es el sueño de cualquier jugador. Y, por último, lo otro que he vivido con mucha euforia y siempre lo voy a considerar como algo imborrable es el ascenso que conseguí el año pasado con Los Andes. A esta etapa de mi vida, con 37 años, que se te dé una circunstancia así y haya terminado como el goleador del equipo, se convirtió en un sueño. Y, ni hablar el cariño de la gente. Fue una excelente, una de las mejores partes de mi carrera que he pasado en un club.

Tenés mucha experiencia y siempre te mostraste autocrítico. ¿Hay algo que tenés para recriminarte?
Creo que de lo único que me puedo arrepentir es cuando volví de Italia por un tema personal con mi familia. Después no tengo más nada que recriminar, porque creo que ofrecí todo lo que tenía y no me guarde nada. Si llegue hasta dónde llegue por algo debe ser. En algún momento se había rumoreado que podía pasar a San Lorenzo o Independiente, pero si no fue era porque no tenía más de eso. Por eso digo que soy un jugador del montón, y que tuve la suerte de jugar en tres equipos importantes de Primera División. Siempre voy a ser un agradecido de la vida de poder haber logrado cosas importantes en el fútbol.

Precisamente, ¿qué es lo que le dio el fútbol a Alberto Yaqué?
Y, lo más importante son los amigos, las relaciones que uno ha tenido. Por suerte, no dicho por mi si no por ex compañeros, soy un tipo de buena leche, que siempre se ha manejado de frente y ha tirado para adelante. Tengo muchos conocidos y un montón de recuerdos. Más allá de todo eso creo que fútbol me ha dado un pequeño nombre en sí, y el día de mañana le pueda dejar a mis hijos un lindo recuerdo.

Domingo 11 de Diciembre de 2011 | Fútbol Profesional


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