Apostillas

Siempre tenemos algo más para contarles... Los Andes no pudo volverse de Jáuregui con los tres puntos, pero sí hubo temitas que no podemos pasar por alto. Enterate en estas líneas...

Por Pablo García

TONTA AMARILLA: Apenas un cuarto de hora, un pelotazo de un defensor de Flandria se dirige hacia el sector donde está ubicado el Colo Tridente, que se deja llevar por el impulso. El delantero Milrayitas, devenido en volante, dio la vuelta y le metió un puntapié a Mariano Barbieri cuando aún la redonda estaba en el aire. Acto seguido la pelota pica y mansamente llega a pegar en el muslo de Tridente, que estaba de espaldas a la misma. Lamolina contempló toda la escena y no lo perdonó: primera tarjeta amarilla en el torneo para el Colo.

LA JAULA DEL CANARIO: Resulta que los jugadores de Flandria ensayaron un par de veces una jugada particular: cuatro jugadores rodean al arquero en el área chica, mientras el mejor cabeceador, Lucas Montero, queda en el primer palo para generar un borbollón en plena área chica. Lo cierto es que se necesita de la viveza del arquero para que sea molestado por los rivales y quede invalidada la jugada. Lucho Díaz consiguió esto para que Lamolina cobrara la infracción y no intentaran más meterse con lo suyo... (FOTO 1 y 2)

TE CONOZCO: Pocos jugadores jugaron con ambas casacas. Sin embargo hubo dos en cancha: Pablo Nieva y Walter Alcaraz. El Pelado, que se hizo patrón de la defensa y capitán del Milrayitas, hace mucho tiempo que no juega con la amarilla. Diferente es el caso del Negro, quién en principio iba a rescindir contrato con el Canario pero tras una buena pretemporada ingresó como titular en el sector izquierdo. Alcaraz estuvo a los abrazos con Leandro Corulo, Claudio Leguizamón, Jonatan Tridente y Lucho Díaz, todos compañeros en el CALA. Además se saludó con el Pitu Gómez, con quien compartió el plantel de Chacarita. (FOTO 3, 4 y 5)

DE FAVORES: Un Milrayitas intentaba colocar la planilla del equipo de Los Andes en las cabinas para informar a todos lo medios la alineación correspondiente. Pero de repente llegó “la voz del estadio” y con él la hecatombe. El dueño de casa tenía tanto apuro por copiar los nombres que se pasó de rosca: “Dalé, estoy laburando acá; no me estoy rascando…”. Ante la impertinencia, nuestro compañero le dijo que se dirigiera con respeto, pero la contestación fue contundente: “Chupame un huevo (sic)”. Si no pasó a mayores fue porque intervino el Jefe de Prensa local. Así, el hombre visitante salta de nervios, las venas se le dibujan en la frente, la transpiración cae por las sienes sea por nervios o calor y sus ojos claros se inyectan de bronca. Por suerte, al final pudo contener su ira y siguió con sus labores tratando de olvidar el entredicho…

FALTA AGUA: Previo a que comience el partido, el cielo estaba abierto en Jáuregui aunque amenazaban nubes de todos lados a su alrededor. La humedad se levantaba con el calor y la grasa comenzaba a chorrear por los cuerpos expuestos a los rayos solares. Ni bien comenzó el encuentro se acercó una vendedora de gaseosas y helados a la tribuna donde estaban alojados los dirigentes y allegados del Milrayitas que liquidaron toda la mercadería en pocos segundos. ¿La vendedora se habrá sentido acosada con tanta desesperación por algo fresco? Recién volvió cerca del final del partido…

Miércoles 1 de Febrero de 2012 | Fútbol Profesional


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